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8 de febrero de 2015

Dani Rovira, actor revelación de los Goya 2015

DANI ROVIRA, CON SU GOYA
Este espacio es para Paco Huesca. Una es apasionada del cine, y él es el cine hecho persona. Pero no he podido evitar dedicar unas palabras a este malagueño que protagonizó el éxito del pasado 2014, "8 apellidos vascos".

Dani Rovira, cómico y para mí un desconocido hasta hace un año, se ha alzado con el Goya al actor revelación de los Goya 2015. Vi la gala por una casualidad, y si me enganché a ella fue por él. Su gracia, su soltura en el escenario y sus ocurrencias eran lo que le ponían chispa a un acto similar cada año, si exceptuamos al gran Buenafuente en el mismo papel que Rovira hace unos años, o a Rosa María Sardá.

Puede que "8 apellidos vascos" no se convierta en un clásico. En mi caso, se quedará grabada en mi memoria. Lo pasé bien. Me reí. Me pareció atrevida, porque una trama como ésta y con un guión tan ácido jamás lo hubiéramos sospechado hace diez años. Sólo por eso, y por hacer felices a muchos espectadores, merecería pasar a la historia del cine español.

Fui la primera en decir "no sé si ver o no la película". Una, que puede ser estúpida en ocasiones y que se jacta de conocer buen cine, o reír con las ocurrencias de los cómicos, no sabía quién era Dani Rovira, pero una vez que la vi, una vez que repasé todos sus monólogos me convertí en su fan. Apunto que fue gracias a Roberto que servidora vio la película más taquillera de 2014 y más divertida desde hace años.

No sólo me quedé con el fenómeno que vino de las manos de Emilio Martínez Lázaro en forma de vascos vs sevillanos, sino que he seguido a Rovira en B & B, la serie, donde se puede comprobar que estamos frente a un actor. Tierno, ingenuo, gracioso, bueno..., no sólo ha mostrado su vis cómica.



JAVIER GUTIÉRREZ, MEJOR ACTOR 2015
A pesar de seguir la gala de manera intermitente, cada vez que él aparecía en un plano, escuchaba. Porque hay personas que tienen ese don, hablan y no puedes evitar mirar con atención, esperando a ver qué dice. Que fueran los Goya casi me daba igual.

Sus guiños al Ministro Wert, esa forma de reírse de sí mismo y de su ascenso hasta las estrellas, lo protagonizó al sentarse junto a Antonio Banderas y Penélope Cruz, los triunfadores en esto del séptimo arte por haber trabajado en Hollywood.

Pero como el sueño me venció, no vi el momento en el que se sentó y su nombre sonó como mejor actor revelación. No vi el beso de su efusiva pareja, Clara Lago, magnífica como esa vasca a la que nadie se atreve a toserle, tampoco escuché su discurso.



"La isla mínima" fue la gran triunfadora, no la he visto y no creo que la vea (¿otra vez estúpida? puede ser) pero no me apetece ver historias con sufrimiento por medio. Al menos no es mi momento. 

El premio que se llevó Javier Gutiérrez Álvarez al mejor actor resultó más que merecido. Además de protagonizar "La isla mínima" fue el amigo y confidente de Carlos Iglesias en "Un franco 14 pesetas", título que forma parte de una extensa carrera, donde el teatro juega un papel muy importante para este actor versátil que con una mirada puede reflejar la bondad de un fresador o  la maldad de un policía atormentado como en "La isla mínima".. 

Que viva el cine y espero que Paco escriba una crónica con más detalle sobre lo que se pudo ver ayer.

Eso sí, si algo salvó la gala, al menos hasta que la soporté: fue Dani Rovira. Sin él y sin "8 apellidos vascos" no hubiera aguantado ni media hora.

Joana Sánchez